El proceso educativo es amplio y profundo, ya que implica cambios significativos en quien aprende, y requiere que pongamos atención en todos los factores que lo hacen posible.
Si aceptamos que el fenómeno educativo puede entenderse tanto como un proceso en desarrollo como un resultado que se refleja en el sujeto de la educación, resulta fundamental profundizar en los factores que lo hacen posible y lo configuran. Asimismo, es necesario analizar cómo el sistema humano responde a las intervenciones educativas, para acercarnos a una comprensión más precisa y práctica de la relación entre el educador y el educando dentro de este sistema.
Es crucial subrayar que las intervenciones educativas no deben depender del azar, la intuición o la improvisación por parte del educador, ni dejarse al libre curso del desarrollo espontáneo del educando. La educación debe tener un carácter normativo y racional, basado en una conexión coherente entre teoría, tecnología y práctica educativa, sustentada en principios y leyes generales.
Definición
Definimos la educación como la acción que un agente (el educador) ejerce sobre un sujeto (el educando) en un contexto específico (el ambiente) y con el uso de ciertos recursos (medios), con el fin de generar un cambio valioso en el estado configurativo del sujeto. La acción, en este contexto, se define como el "evento o cambio de estado que ocurre en un sistema debido a la intervención intencionada de un agente sobre él".
Es necesario afirmar que los objetivos juegan un rol primordial como criterio para regular la eficacia del proceso educativo. Los objetivos explican por qué el agente actúa de una manera y no de otra. En este sentido, la acción educativa puede entenderse como un sistema estructurado, donde la intervención intencional del educador sobre el educando genera una respuesta mediada, colectiva, compuesta y convencional, siempre referida a un modelo valioso que busca normativizar el proceso.
Elementos
La educación, vista como un sistema, incluye varios elementos importantes:
Patrón valioso: aquello que se considera digno de ser aprendido.
Propósito del educador: la razón que unifica todas las acciones dentro del proceso educativo.
Acción del educador: la intervención intencionada que busca generar aprendizaje.
Respuesta del receptor: la participación activa del sujeto, que es esencial para que el aprendizaje ocurra.
Uso de recursos: medios que facilitan el proceso.
Interacción colectiva: la educación no es un proceso aislado, se da en un contexto social.
Secuencia de acciones: el aprendizaje sigue un orden.
Pertinencia: el proceso educativo debe adaptarse al contexto en el que ocurre.
Resultados: el objetivo es que el aprendiz se acerque al patrón valioso.
Carácter normativo: las acciones del educador deben seguir principios que guíen el proceso.
Características
Para que la educación sea realmente transformadora, debe cumplir ciertas condiciones:
Estar basada en un patrón valioso: el contenido debe tener un valor significativo.
Ser estimulante y motivadora: debe incentivar al individuo a participar activamente.
Novedosa: la educación debe aportar algo nuevo al sujeto, algo que no conocía antes.
Estructurante: debe fomentar la organización mental y la integración de nuevos conocimientos.
Variedad: para evitar la rutina y mantener el interés.
Adecuada al nivel del sujeto: adaptada a las capacidades y necesidades de cada persona.
Positiva emocionalmente: debe generar una experiencia placentera y motivadora.
Adaptativa: para fortalecer la autoestima y la seguridad del individuo.
Generalizable: los aprendizajes deben poder aplicarse en diferentes contextos.
Consistente: debe generar cambios duraderos en todas las dimensiones de la persona (cognitiva, emocional, social, etc.).
Multidimensional: abarcando todos los aspectos del desarrollo de la persona.
Optimizadora del proceso: siempre buscando mejorar la calidad del aprendizaje.
El rol activo del sujeto
Finalmente, es importante entender que la educación no ocurre si el receptor no responde de manera activa. La participación del sujeto es fundamental, ya que el proceso educativo no se limita a la simple transferencia de información. Aquí, el papel del educador es clave, ya que su labor no es solo transmitir conocimientos, sino motivar e inspirar al individuo para que este participe de forma activa y comprometida. Sin embargo, el aprendizaje real ocurre cuando el individuo no solo recibe la información, sino que la procesa, la interioriza y la aplica de manera auténtica en su vida cotidiana.
El verdadero aprendizaje es aquel que produce un cambio profundo, transformando tanto el pensamiento como el comportamiento del individuo. Este aprendizaje significativo se refleja en la capacidad del sujeto para aplicar lo aprendido en diversos contextos y situaciones, enriqueciendo así su vida diaria y contribuyendo a su desarrollo integral.
La educación, por tanto, es un proceso complejo y planificado, diseñado para promover el desarrollo integral de la persona en todas sus dimensiones: cognitiva, emocional, social y moral. Este proceso se basa en principios sólidos, que guían tanto la acción del educador como la interacción activa entre educador y alumnos. Así, se crea un entorno donde el individuo no solo adquiere conocimientos, sino que también desarrolla habilidades y valores que le permiten crecer como persona y enfrentarse de manera autónoma y crítica a los desafíos del mundo real.
hola
un saludos a todos; les escribo desde tarso Antioquia un municipio pequeño del sur oeste Antioqueño, los sigo en las actividades ludicorecreativas y los felicito por tan importante labor ;para todo el mundo felicitaciones
hernan cortes